Administración de fincas
Administración de Fincas en Avila.
Cuando hablamos de la gestión de patrimonios inmobiliarios, ¿no cree que vale la pena confiar en un buen profesional?
Desde hace más de 20 años que me dedico a la labor inmobiliaria, e intento que el administrador de fincas, sea un profesional cercano al vecino y sepa escucharle en sus problemas diarios en la comunidad.
Conocer en todo momento el estado de las fincas, conservándolas y mejorandolas día día, según se refleja en la Ley de propiedad horizontal.
Conseguir que los comuneros conozcan lo que sucede en su edificio, utilizando para ello por ejemplo nuevas formas de hacerles llegar la contabilidad de forma sencilla y visual, pero con toda la rigurosidad.
Reunir en imágenes, las obras y siniestros que se producen en las instalaciones comunitarias, para lograr una mayor implicación de los vecinos en los asuntos comunitarios.
El administrador de fincas garantiza la correcta organización ,una gestión adecuada con el conocimiento de las normas técnicas y legislativas, todo ello encaminada a lograr un servicio eficiente.
Un administrador de fincas colegiado, añade a su profesionalidad la garantía de una formación actualizada ofrecida por su colegio.
Que también se encarga de ponerle al corriente de la información relevante sobre normativas, subvenciones y posibilidades de financiación a disposición de las comunidades, respaldando también su actuación mediante seguros de responsabilidad civil y caución.
La mediación entre la comunidad y los propietarios, es otra de las funciones principales del administrados de fincas, con la gestión continua de la morosidad, ya que en los momentos actuales , las crisis castiga duramente a las comunidades de propietarios.
En último lugar, señalar que los profesionales que nos dedicamos a la administración de fincas y a la actividad inmobiliaria, debemos cumplir con los preceptos señalados en los códigos deontologícos de los colegios profesionales salvaguardando siempre el interés del cliente.
Por todo ello deje la gestión de su patrimonio inmobiliario o de su comunidad de propietarios, en manos de un administrador de fincas colegiado.